Hernia Inguinal

La hernia inguinal ocurre cuando una parte del intestino sobresale por la ingle a través de una zona débil del músculo.

Hernia Inguinal

La hernia inguinal ocurre cuando una parte del intestino o tejido abdominal sobresale por un punto débil en la zona de la ingle. Es una de las más frecuentes, especialmente en hombres.

¿Cuáles son los síntomas de la hernia inguinal?

La hernia inguinal es una de las más habituales, sobre todo en hombres, aunque también puede aparecer en mujeres. Y sí, los síntomas pueden variar bastante: depende del tamaño de la hernia, de cuánto tiempo lleve ahí y de si está atrapada o no.

Entonces… ¿cómo puedes saber si tienes una? Aquí te cuento los síntomas más comunes:

  • Un bulto en la ingle que suele salir cuando estás de pie, haces fuerza o toses, y que desaparece al tumbarte. Es lo más típico y fácil de notar.
  • Dolor o molestias en la zona, especialmente cuando levantas peso, caminas mucho o subes escaleras. A veces no duele, pero sí se siente como un pinchazo o una presión incómoda.
  • Sensación de ardor o pesadez en la ingle, como si algo “tirara” desde dentro.
  • En algunos casos, el dolor puede bajar hacia el testículo en los hombres o hacia la parte baja del abdomen en mujeres.
  • También puede dar molestias digestivas, como gases o sensación de hinchazón, sobre todo si afecta al intestino.
  • Y si ya ha crecido mucho o te la han operado recientemente, puede que sientas dolor al andar o moverte.

Ahora bien, no siempre se ve un bulto. Hay casos en los que no hay nada visible, pero sí se nota una especie de tirantez, presión interna o pequeños pinchazos. En esos casos, lo mejor es no quedarse con la duda: una ecografía de la zonapuede confirmar si hay o no una hernia inguinal.

¿Cómo saber si tienes una hernia inguinal?

Buena pregunta. Lo más común es que empieces a notar un bulto en la ingle que aparece cuando haces esfuerzo, toses o estás mucho rato de pie. Y luego, al tumbarte… desaparece. Ese “bultito que va y viene” suele ser la señal más clara.

Pero no siempre es tan evidente. A veces no hay bulto visible, y lo que se siente es una molestia rara, tirantez o incluso pinchazos en esa zona. Algunas personas notan como una presión o ardor que no saben explicar muy bien.

Si eres mujer, puede ser un poco más difícil de detectar, porque la hernia inguinal se presenta distinto. Puedes sentir dolor bajo en el abdomen o en la zona pélvica, pero sin que se note nada externo. También puede aparecer durante el embarazo, aunque no es lo más habitual.

En cualquier caso, si notas algo que no es normal —ya sea bulto, dolor o incomodidad al hacer ciertos movimientos— lo mejor es que te vea un especialista. A veces, una simple ecografía es suficiente para confirmar si hay una hernia y ver si necesitas tratamiento.

¿Cuál es el tratamiento de la hernia inguinal?

Si te han dicho que tienes una hernia inguinal, probablemente te preguntes: ¿y ahora qué hago? ¿Se cura sola? ¿Tengo que operarme sí o sí?

La verdad es que una hernia inguinal no se cura por sí sola. Y aunque hay quien intenta aguantar con fajas o bragueros, estas soluciones solo alivian los síntomas de forma temporal. No hacen que la hernia desaparezca.

El tratamiento más efectivo y definitivo es la cirugía. Lo que se hace es devolver el contenido herniado (lo que se ha “salido”) a su sitio y reforzar la zona débil con una malla, para que no vuelva a pasar. Esta intervención puede hacerse de dos formas:

  • Cirugía abierta tradicional (como la técnica de Lichtenstein).
  • Cirugía laparoscópica, que es mínimamente invasiva y permite una recuperación más rápida en muchos casos.

La elección entre una u otra depende del tipo de hernia, tu estado de salud y lo que recomiende el especialista.

Después de la operación de hernia inguinal, el postoperatorio suele ser rápido si todo va bien. Es normal tener algo de dolor o molestia los primeros días, pero con cuidados adecuados y caminatas suaves, la recuperación es bastante llevadera.

Muchos pacientes preguntan cosas como:
¿Cuánto dura la baja por hernia inguinal?
¿Puedo andar después de operarme?
¿Tendré que usar faja?

La respuesta es: depende del caso, pero en general, al día siguiente ya puedes moverte con cuidado, y la vuelta al trabajo suele ser en 1 a 3 semanas, según tu actividad. La faja se recomienda a veces durante los primeros días, sobre todo para sentir más seguridad al moverse.

Y si te preocupa la malla, los efectos secundarios o las posibles complicaciones, lo mejor es hablarlo con tu cirujano para resolver todas tus dudas con claridad y confianza.

¿Cómo es el postoperatorio de la hernia inguinal?

Después de la operación, lo más normal es que te preguntes: ¿Y ahora qué? ¿Cuánto voy a tardar en recuperarme? ¿Voy a poder moverme? ¿Me dolerá mucho?

Tranquilo, el postoperatorio de una hernia inguinal suele ser bastante llevadero. Lo más común es sentir algo de molestia o tirantez en la zona los primeros días, pero con los cuidados adecuados y siguiendo las indicaciones del médico, la recuperación suele ser rápida.

Muchas personas pueden empezar a andar al día siguiente de la operación, siempre con cuidado y sin hacer esfuerzos. De hecho, caminar un poco ayuda a que te recuperes antes. Eso sí, nada de levantar peso, hacer deporte o subir escaleras corriendo. Poco a poco.

También es normal notar:

  • Alguna inflamación o bulto temporal en la zona operada.
  • Pinchazos leves o una sensación de tirón.
  • Dudas sobre si lo que sientes es normal o no. Spoiler: casi siempre lo es, pero si tienes dudas, consulta.

Respecto a la baja laboral, depende de tu trabajo. Si tienes una actividad de oficina, podrías volver en 1-2 semanas. Si haces trabajo físico, seguramente necesites algo más de tiempo. El médico te lo dirá en función de tu caso.

Algunas personas se sienten más seguras usando una faja o braguero los primeros días, sobre todo al moverse o toser. No siempre es necesaria, pero si te ayuda a sentirte más cómodo, puede ser útil.

Y lo más importante: escucha a tu cuerpo y no te precipites. Cada persona se recupera a su ritmo. Si sientes algo raro, si el dolor aumenta en lugar de mejorar, o si aparece fiebre o enrojecimiento en la zona, consulta con tu cirujano.

¿Se puede curar una hernia inguinal sin operar?

Esta es una de las preguntas más frecuentes: ¿Tengo que operarme sí o sí? ¿No hay una forma natural de curarla?

La respuesta corta es: no, una hernia inguinal no se cura sola. Lo que sucede es que, al principio, muchas hernias son pequeñas y apenas dan molestias, por eso hay quien convive con ella un tiempo sin problemas. Pero tarde o temprano, esa hernia puede crecer, doler más, o incluso complicarse.

Hay personas que usan fajas para hernia inguinal, bragueros o cinturones de sujeción. Estos pueden ayudar a aliviar temporalmente las molestias, especialmente si no puedes operarte de inmediato. Pero ojo: no hacen que la hernia desaparezca, solo "la sujetan" un poco.

Tampoco hay ejercicios ni remedios naturales que cierren la hernia. De hecho, hacer esfuerzo o ciertos ejercicios puede empeorarla si no estás bien guiado por un profesional.

La única forma real de solucionar una hernia inguinal es con una intervención quirúrgica. Hoy en día, es una operación segura, bastante rápida y con una recuperación que, en la mayoría de los casos, permite volver a la rutina en poco tiempo.

Así que si tienes una hernia, lo mejor es que hables con tu especialista. Te explicará si es el momento de operarte o si, según tu caso, puedes esperar un poco más controlándola.

¿Cómo se puede aliviar los síntomas de la hernia inguinal?

Si tienes una hernia inguinal y aún no te has operado (o estás esperando la fecha), es normal que busques formas de sentirte mejor mientras tanto. Aunque la hernia no se cura sola, sí hay algunas cosas que puedes hacer para aliviar las molestias y evitar que empeore.

Aquí van algunos consejos prácticos:

  • Evita hacer esfuerzos grandes. Levantar peso, empujar muebles o hacer ejercicios de fuerza puede aumentar la presión en la zona y hacer que la hernia duela más… o se agrande.
  • Camina con calma. El movimiento suave, como paseos cortos, puede ayudarte a mejorar la circulación y reducir la sensación de pesadez.
  • Usa una faja o braguero si te lo recomienda tu médico. Muchas personas se sienten más seguras con una faja para hernia inguinal o un braguero, especialmente al moverse o toser. Puedes encontrarlos en farmacia o en tiendas como Decathlon, pero lo ideal es que te asesore un profesional.
  • Evita comidas pesadas o que causen gases. Algunas hernias dan molestias digestivas, así que mejor evitar alimentos que hinchen el abdomen. Si notas que la hernia te provoca gases o sensación de presión, una dieta más ligera puede ayudarte.
  • Descansa bien y evita estar de pie muchas horas seguidas. Si notas más molestia al final del día, tumbarte un rato puede aliviar la zona.
  • Aplica calor local suave. En algunos casos, una almohadilla térmica puede ayudar a relajar la zona y reducir el dolor.

Recuerda: estos consejos no sustituyen la cirugía, pero pueden ayudarte a llevar mejor los síntomas hasta que llegue el momento de operarte. Y si en algún momento el dolor aumenta de forma repentina, el bulto se endurece o no puedes reducirlo (meterlo hacia dentro), ve al médico cuanto antes. Puede tratarse de una hernia incarcerada y necesita atención urgente.

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